Hola cinéfilos y demás morralla, soy Amadeo Kubrick y vengo a disertar y traer luz a vuestro razocinio cinéfilo analizando Mulholland Drive y confeccionando una crítica que se estudiará en las escuelas de cine del pasado mañana.
AVISO: Esta crítica contiene esa palabra inglesa que usamos cuando no queremos que la gente que no ha visto el Sexto Sentido sepa que Bruce Willis está muerto.
Para empezar, hay que decir que esta película es obra de uno de los pocos directores no cadáveres que merece ser tenido en consideración actualmente, David Lynch.
En esta cinta da rienda suelta a todo su poder creativo creando un puzzle difícil de comprender. Pero eso es lo de menos, lo importante es que pongas cara de que sabes de qué va mientras los ignorantes de alrededor se quejan de no entender un pimiento a la vez que se rinden a tu intelecto o te tiran piedras, una de dos.
El gran Lynch hace que te pierdas en cada diálogo, que te descoloques en cada escena, que seas incapaz de entender nada al primer visionado, que no sepas de dónde ha salido tal personaje… ¿No es eso lo más divertido del mundo?
Mientras la película se desarrolla, mejor dicho, mientras se enrolla, podemos disfrutar de unas bellísimas escenas de amor entre féminas que invita al espectador a implicarse solitariamente con ahínco y estimular sus pasiones internas. Yo lo hice.
Es una cinta que te eleva en el plano moral, psicológico, espiritual y sexual si vas por ahí diciendo que te gustó y que la pillaste a la primera. Aunque la realidad sea que buscaste por internet la explicación del film para ir repitiéndolo por ahí como un papagayo. Eso es lo que ofrece Mulholland Drive, la posibilidad de ser mejor cinéfilo que la plebe.
Lo importante es que pongas cara de que sabes de qué va mientras los ignorantes de alrededor se quejan de no entender un pimiento
Amadeo Kubrick, estratega
La trama es sencilla para aquel con cierta capacidad neuronal. Una chica (Naomi Watts) llega a Hollywood y quiere comerse el mundo, pero lo que se come al final es un bollo con otra chica que aparece de repente y… luego hay un sicario, y un director que no quiere a una actriz y… Y hablan entre ellos, y… Y por lo visto hay que fijarse en las tazas que aparecen y… Bueno, creo que está bastante clara la sinopsis.
Además, muestra los entresijos de Hollywood, la futilidad del sueño americano, la exploración de nuestros demonios internos… o algo así. Y sale mucho Los Ángeles. Palmeras y eso.
En definitiva podría escribir mucho más sobre este film… Bueno, no, la verdad es que no sé qué más decir aparte de que si no te gusta o no dices que te gusta eres un pobre indigente mental.
Mi valoración es de 9 polaroids sobre 10.