Aprovechando que Morgan Freeman estaba durante esta semana en España poniéndole voz a la megafonía del Mercadona de Conil, le hemos pedido amablemente a punta de Barrett Calibre 50 si nos podía conceder una entrevista. Tras aguantarnos la mirada media hora dijo que sí.

Es un placer tenerte aquí Morgan… ¿puedo llamarte abu o yayo? Eres el abuelo que nunca tuve.

No te voy a dar dinero, si es lo que pretendes. Ni Werther’s Originals.

¿Son ciertos los rumores que dicen que naciste con 60 años? ¿Alguien te ha visto alguna vez de joven?

No me quejo, soy el primer viejo negro que recuerdan las generaciones posteriores al 80.

¿Qué nuevos trabajos tienes en la agenda, abu?

Poner voz a documentales humanistas y aparecer de secundario en superproducciones. Ya gané el Oscar, así que nada nuevo.

Di que sí abu, disfruta de la cosecha. No te preocupes por las críticas, para mí tú eres un dios.

Para Jim Carrey también.

Sin embargo eres ateo…

Es lo que tiene ponerle voz a documentales humanistas… Si tuviera la voz de Pablo Motos seguramente sería creyente…

Recientemente has reconocido que fumas marihuana, abu…

Sí, por eso me metí en Lucy o Wanted, no había otra forma.

Haciendo memoria, no recuerdo una escena tuya en la que besases a una chica…

Lo intenté en Persiguiendo a Betty, intenté cambiar el guion para besar a Renée Zellweger, pero el director no me dejo. Hoy le doy las gracias.

Gracias abu por tu tiempo. No te mueras nunca. Eres imprescindible, al menos hasta que a Samuel L. Jackson le  salgan arrugas.